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Las bolsas de plástico, del mismo modo que los envases de plástico o botellas de plástico, se deben depositar en el contenedor amarillo. Una vez llegan a la planta de tratamiento, los residuos son separados según su material de composición.
Desde Santa Rosa
Dr. Aurelio Vargas Aguilar; Miembro de la
Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Núcleo de El Oro

Antes de hablar de este importante tema, merece hacer un reconocido elogio a la creciente cultura del reciclaje que se lo comienza a sentir como algo cierto en la mayoría de los centros poblados. Somos muchos los que cada día nos sumamos al esfuerzo de no llenar nuestro planeta de basura, en esto, debe redoblarse esfuerzos en escuelas y colegios, lugares propicios para sembrar esta saludable y civilizada costumbre.

Recién nos estamos dando cuenta que son las empresas, supermercados y tiendas las que se han encargado de conducirnos en forma casi obligada a la contaminación, ahí es donde nos entregan todo en fundas y empaques para llevar lo que compramos a casa, variedad de empaques y fundas que tarde o temprano así pasen por depósitos de basura, muchas de ellas terminan en las calles, en los campos, en nuestros ríos, siendo su paradero final el mar. De esas fundas que recibimos, son pocas las que tienen algo impreso que diga: “reutilicémoslas, cuidemos el planeta” o algo similar, la mayoría no tienen nada.

Si hay algunas que señalan que son 100% degradables y últimamente en los grandes supermercados nos están entregando otras que dicen 100% “0xo-degradables”.

Para quienes no tienen tiempo de investigar lo que significa este término, casi siempre las llevarán pensando que están colaborando con la práctica de no contaminar.

Desafortunadamente no es así, el término oxo biodegradable no es sino la aplicación de una técnica que procura conseguir que a corto plazo los plásticos se conviertan en millones de pequeñas e invisibles micropartículas plásticas que con facilidad desaparecen en el medio ambiente, sabiendo que estas una vez en el medio, igualmente les costará cientos de años para degradarse.

Lo que se ha conseguido es crear micro basura, la que por su pequeñez se adhiere y absorbe con mayor facilidad en el plancton marino, pasando irremediablemente a formar parte de toda la cadena alimenticia que proviene del mar.

No olvidemos que la ciencia sigue diciéndonos que la tierra por sí sola, difícilmente logra digerir el plástico.

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