La mayoría de la Prensa que nos brinda información, responderá a su patrón, en lo que hace y que piensa. Una lista muy extensa de ejemplos se pueden dar; para no en mucho abundar, citaremos lo del niño, que con inmenso cariño, lo defienden “a rabiar”.
“No se puede publicar, la imagen de los infantes, en propaganda insultante, es prohibido utilizar”. Pero se puede informar, usando una hembra desnuda, novela mediocre o cruda, pornografía en canciones, qué importa legislaciones, allí es prensa “sorda y muda”.
Allí se “hace la cojuda”, para el niño no hay derechos, pero si ponen el pecho por esa gente tozuda. Esa gente testaruda, que ha usado al ecuatoriano, para que ponga hombro y mano, y lo eleve a un gran sitial; “hasta aquí éramos igual”, “Good bye mi querido hermano”.
Seguro, miren los males: si es que todos aportamos, por qué es que no disfrutamos, de unos buenos hospitales? Tienen problemas visuales, o no nos quieren mirar, solo ellos deben brillar: “Quito es la Cara de Dios”, Guayaquil “Perla”, son dos, que tenemos que admirar.
¿Y el resto, … no es Ecuador? los “de provincia”, nos llaman, “los bobos que no reclaman”, por tener vida mejor. ¿Cuál centralismo es el peor?, es difícil decidir, Quito quiere relucir y Guayaquil mucho más, sólo este “Presi” es capaz, de darnos un “gran vivir”.
Vamos por la Patria Nueva, fuera si incumplió su rol, organismos de control que avalaron “toma y lleva”. Nuestro pueblo no se ahueva, para enfrentar la injusticia, que reina por la avaricia, de los que viven mamando, que aún siguen gobernando, sin pudor y con malicia.
Están como Asambleístas, correístas conocidos, los miramos confundidos, pasando por socialistas. Estos son oportunistas, el pueblo atento vigila, cuidado si se perfila o traiciona el subconsciente, cumplan honrado y decente, o “Despertamos a Atila”.
Sigue el relajo vigente, Guayaquil, “Otro País”, cometen cualquier desliz, no escuchan ni al Presidente. Transportista, prepotente, “Motores apagarán”, si no los oyen y dan, los carros exonerados, combustibles subsidiados, así las cosas, están.